En su etapa de la ESO, los alumnos de 2º de bachillerato se enrolaron en un proyecto para reforestar las Fragas do Eume con 120 carballos autóctonos. Debido a la pandemia, el proyecto se suspendió y solo uno de los árboles sobrevivió tras estos años. Ayer, en un acto cargado de simbolismo, dos alumnos de la generación que se despide, Marcos Molina e Inés de Cárdenas, fueron a las Fragas do Eume, acompañados por un profesor Manolo Fernández San Millán, para plantar ese roble que resistió todo estos años.