Misión

Santa María del Mar es un centro educativo de la Compañía de Jesús, privado concertado e integrado por un equipo de educadores, jesuitas y laicos (profesores y personal auxiliar y de servicios). Nuestro objetivo es, desde la colaboración con las familias, alcanzar la formación integral (académica y humano-cristiana) de nuestros alumnos, con el fin de ayudarles a ser hombres y mujeres conscientes, competentes, compasivos y comprometidos, en actitudes y hechos, en el servicio a los demás.

Nuestra educación se fundamenta en los principios pedagógicos del paradigma que denominamos “Pedagogía Ignaciana” que tiene al alumno como protagonista de la tarea educativa. Esta pedagogía se ve complementada y enriquecida con otras pedagogías activas y contrastadas universalmente en la experiencia educadora de más de cuatro siglos. A ello hay que añadir la calidad humana, personal y profesional de unos educadores, jesuitas y laicos, abiertos siempre a cualquier mejora en su labor educativa. Profesores y alumnos disponen, igualmente, de las instalaciones y los recursos tecnológicos necesarios para llevar a cabo esa educación integral que el colegio pretende.

Visión

El colegio quiere avanzar, cada vez más, como comunidad educativa de servicio a los alumnos, con especial atención a los que más lo necesiten, a sus padres, a la sociedad y a la Iglesia. Y lo quiere hacer desde la coherencia creciente con los principios cristiano-ignacianos que le dan sentido: la excelencia académica y la excelencia en valores humanos-cristianos para servir a los demás, sin ningún tipo de discriminación y con preferencia por los que padecen algún tipo de desventaja, y así contribuir a la transformación de la sociedad en un lugar más justo, más pacífico, más fraterno y más libre.

Valores

El Colegio:

  1. Busca la excelencia de sus alumnos en lo académico y en lo humano-cristiano.
  2. Busca educar desde un liderazgo de servicio en el trabajo.
  3. Trabaja en equipo, promoviendo el diálogo y la participación.
  4. Promueve una cultura de paz en el respeto a la pluralidad y la diferencia.
  5. Fomenta la formación en el desarrollo personal y humano-cristiano.
  6. Vive la honestidad como expresión de coherencia de lo que es y lo que hace.
  7. Promueve el sentido crítico y la búsqueda de alternativas de solución.
  8. Promueve la equidad en su quehacer educativo.
  9. Emplea los métodos de análisis, reflexión y diálogo propios del discernimiento ignaciano en la toma de decisiones.
  10. Celebramos todo lo que nos hace más y mejor comunidad educadora.